29 Mayo 2011
A veces me pregunto por que elegimos un barranco u otro, quizá sea lo de menos si se trata de pasar un buen rato con los amigos, pero hay días especiales, en los que sientes la aventura intensamente, en los que solo existe, el aquí y ahora y nada mas importa.
A veces me pregunto por que elegimos un barranco u otro, quizá sea lo de menos si se trata de pasar un buen rato con los amigos, pero hay días especiales, en los que sientes la aventura intensamente, en los que solo existe, el aquí y ahora y nada mas importa.
Este barranco era una asignatura pendiente desde hace tiempo, difícil de acertar para cogerlo con agua y evitando las crecidas repentinas que lo hacen peligroso. Nos decidimos a probar suerte en estos días finales de Mayo, bromeando con que el reto seria encontrar la entrada mas que bajarlo ( lo que resultó ser totalmente cierto). Nos desplazamos a esta zona en día anterior, quedando nos a dormir en el refugio Jeandel cerca de la estación de esquí de Arette, con bonitas vistas hacia el pico Anie , Arlas, esta zona posee un espectacular lapiaz que esconde en su interior grandes simas y sistemas subterráneos y en donde se han escrito grandes gestas en la historia de la espeleología.
El domingo amaneció un día espléndido, nos dirigimos hacia el aparcamiento de Kakouetta y comenzamos la aproximación hacia Althagneta después de estudiar minuciosamente el mapa.
Con algún pequeño despiste pero sin problemas llegamos hasta las inmediaciones del barranco. Pero ahí comenzaron los problemas ya que las descripciones hablaban de una pasarela que no aparecía por ningún sitio, caminamos mucho mas de la cuenta, tuvimos que retroceder y perdimos mucho tiempo. Finalmente optamos por ir hacia el cauce que habíamos dejado atrás, único lugar donde corría el agua y efectivamente este era el lugar adecuado.Decidimos entrar sabiendo que nos quedan unas seis horas por delante.
El barranco como dicen las reseñas resbala mucho, resulta incómodo y tienes que ir muy atento, pero uno va olvidando este inconveniente a medida que éste gana en belleza. Se va estrechando entre paredes y sus rincones son preciosos, según avanzamos vamos disfrutando más, después de pasar un pasillo estrecho y oscuro donde la luz apenas entra, llegamos aun gran tapón de troncos, algunos de gran tamaño que el agua a arrastrado. Poco después nos asomamos al rápel que da acceso a la marmita colgada y ahí las vistas son fabulosas, un gran balcón hacia la garganta de Kakouetta, todavía restan unas cuantas verticales preciosas.
El barranco como dicen las reseñas resbala mucho, resulta incómodo y tienes que ir muy atento, pero uno va olvidando este inconveniente a medida que éste gana en belleza. Se va estrechando entre paredes y sus rincones son preciosos, según avanzamos vamos disfrutando más, después de pasar un pasillo estrecho y oscuro donde la luz apenas entra, llegamos aun gran tapón de troncos, algunos de gran tamaño que el agua a arrastrado. Poco después nos asomamos al rápel que da acceso a la marmita colgada y ahí las vistas son fabulosas, un gran balcón hacia la garganta de Kakouetta, todavía restan unas cuantas verticales preciosas.
De vez en cuando echamos la vista atrás para ver la espectacular grieta por la que nos hemos descolgado mientras hacemos los últimos rápeles que nos dejaran en el cauce principal de Kakouetta. Una vez allí , el cielo se cubrió de nubes y comenzó a tronar y a llover, teníamos que avanzar por el río entre grandes bloques con algún pequeño rápel y destrepando, avanzando lentamente, luego el río nos dio un respiro y se podía caminar mejor hasta que llegamos a las pasarelas de la zona turística donde esta la gran surgencia que cae desde un agujero en la pared.
Desde este punto y acompañados por la lluvia continuamos la garganta por un camino cómodo, en completa soledad, cansados pero satisfechos.
Esta vez llegaremos tarde a casa, pero no nos olvidaremos fácilmente de este día.
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Solo con leer esta reseña, dan ganas de volver y redescubrir este barranco. Siento envidia cada vez que no puedo acercarme a algún lugar como este, pero siempre estará. De todas las formas, hay más días que morcillas...
ResponderEliminarUn saludo tritones
Hicimos algún pensamiento acordándonos de vosotros Nuria&Javi , un abrazo tritonudo
ResponderEliminarque bonito!!
ResponderEliminarlas fotos son un regalo para los ojos de los que no estuvimos allí.
lucia