Domingo 27 de julio.Tritones a remojo de nuevo, por fin hemos visto a Javi-Inox con la chaqueta de neopreno puesta, que la temperatura del agua era fresquita...
En esta ocasión vamos a la Garganta de Irués, que desde Badaín tomamos un camino de aproximación agradable, una vez cruzamos el río en su confluencia con el Garona, transcurre sombreado en un bosque en ocasiones recubierto del verdor del musgo. Cruzamos las Fuentes de Fornos y que a pesar de llevar agua, no llegamos a imaginar el espectáculo que os ofrecerán una vez dentro del barranco.
Tras contemplar esto, descendemos hasta el cauce a prepararnos. Hoy la chaqueta, incluso los guantes serán imprescindibles, ya que se puede decir que es uno de los descensos más fríos que conozco, sobre todo a partir del aporte de las Fuentes de Fornos. Afortunadamente, por la hora en la que entramos al agua, el sol nos calienta en ocasiones y no pasamos apenas frío, sino en las manos, que procuramos llevar fuera del agua el mayor tiempo posible.
Vamos disfrutando el descenso en solitario, por el momento no nos hemos cruzado con nadie, pequeños rápeles en una zona de estrechos, pequeñas badinas, hasta llegar al caos de grandes bloques que sin dificultad conseguimos atravesarlo.
Cuando llegamos a las Fuentes de Fornos nos entretenemos contemplando el espectáculo que nos ofrecen cascadas de agua, el sonido atronador que esta produce, las paredes revestidas de musgo, ya sólo contemplar esto hace que el día merezca la pena.
Con el aporte de las fuentes, el caudal de la garganta aumenta, no produce mayores problemas, aunque hay que andar con cuidado, sobre todo en un resalte donde Make quiso hacer un curso rápido de aguas vivas y aplacar la sed y ToniTritoni experimentar el lanzamiento en plancha de cabeza, cual Superman, pero sin capa. Un pequeño susto, con el saldo de unos pequeños golpes, que no nos impiden continuar ya en poco tiempo hasta el puente de la confluencia con el Garona, dónde iniciamos el camino de retorno.
El descenso ha transcurrido en solitario hasta casi hasta el final, donde otro grupo nos da alcance y con los que charlaremos un rato de nuevo en el puente.
Un día soleado, descenso bonito, paisajes con encanto, ya que sólo la aproximación hasta el Chorro merece una visita. Totalmente recomendable y por supuesto a repetir en otras ocasiones.
Por supuesto el día no habría sido igual sin la compañía de los buenos amigos que hoy nos hemos reunido. Make, Javi-Inox, Toni-Tritoni, Angelique, Hilti y quién firma esta reseña, Javi Tri-Tón.
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